¿Puedes imaginar vender todo lo que tienes y has trabajado duro
para dárselo a los que no tienen nada?
¿Realmente sucedió? Sí , he sido testigo de un acto tan rara de generosidad.
Cuando escuché por primera vez de la aventura de Monica
Tonna Barthet en Addis Abeba me conmovió, pero admito que tenía mis dudas de que
ella pudiera completar su ambicioso proyecto , especialmente dentro de los
estrictos plazos que estableció para sí misma . Mis reservas se desvanecieron
el día que la conocí.
Mónica entregó todo lo que su carrera internacional le había
proporcionado e incluso se trasladó permanentemente a Addis Abeba a dedicar su
vida a los niños huérfanos que de otra manera estarían viviendo en las calles. La
casa se abrió para acoger a los primeros 14 niños que comenzaron a
beneficiarse de una educación familiar convencional, después de un inmenso sufrimiento físico y
emocional, ahora están viviendo juntos
como una familia unida en un ambiente de consolidación .
Gracias al coraje y perseverancia de Mónica, estos niños, tiene seguridad, alimentación, vivienda y ropa,
y están viviendo en un ambiente de amor, amistad y disciplina, tienen también apoyo médico y psicológico y
comparten los valores importantes de la
vida . Mónica también se está asegurando de que adquieran una educación y
habilidades formativas que les permita ser independientes una vez que salen de
la casa.
Me siento privilegiada de haber llegado a conocer como el
coraje, la determinación y la generosidad de Mónica haya conseguido que estos
niños tengan un hogar, una familia y unas expectativas de futuro.
Mónica está muy agradecida a las personas que colaboran en
su proyecto con diversos recursos; cada
contribución recibida le ayuda a acoger a más niños y hacer un seguimiento de
ellos incluso después de dejar la casa. Mónica también ayuda a la comunidad,
cualquier persona que necesita algo acude a pedirle ayuda y ella responde con
su generosidad.