Respirar:
Respirar no solo lleva oxígeno de tus pulmones a tu sangre y a todo tu cuerpo, sino que también activa el sistema linfático y te ayuda a mantener la salud. Respira para que tu ser se mantenga en armonía. Respira para que el Espíritu Santo te llene de gloria y de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario