6 feb 2015

Procedimientos

La mutilación genital femenina se clasifica en cuatro tipos principales:
  • Clitoridectomía: resección parcial o total del clítoris (órgano pequeño, sensible y eréctil de los genitales femeninos) y, en casos muy infrecuentes, solo del prepucio (pliegue de piel que rodea el clítoris).
  • Excisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin excisión de los labios mayores.
  • Infibulación: estrechamiento de la abertura vaginal para crear un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris.
  • Otros: todos los demás procedimientos lesivos de los genitales externos con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.

Datos y cifras

  • La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos.
  • Estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas.
  • Pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde pueden causar quistes, infecciones, infertilidad, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.
  • Unos 140 millones de mujeres y niñas sufren en la actualidad las consecuencias de la MGF.
  • En la mayoría de los casos se practican en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años.
  • Se calcula que en África hay 92 millones de mujeres y niñas de más de 10 años que han sido objeto de MGF.
  • La MGF es una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.
En la mayor parte de los casos la MGF es realizada por circuncisores tradicionales que suelen tener otras funciones importantes en sus comunidades, tales como la asistencia al parto. No obstante, más del 18% de las MGF son practicadas por dispensadores de atención de salud, y esta tendencia va en aumento.
La MGF es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación de la mujer. Es practicada casi siempre en menores y constituye una violación de los derechos del niño. Asimismo, viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.